Arqueólogos australianos e indonesios descubrieron la pintura rupestre más antigua del mundo, el cual trata de un cerdo, pintado hace 45.500 años, la imagen se encuentra en una caverna de la isla Indonesia de Célebes.
Este cerdo autóctono aparece en la representación con una cresta roja de pelos erguidos y un par de verrugas situadas en los ojos, rasgo típico de los ejemplares adultos. Los animales han sido representados por miles de años por los antiguos pobladores de la zona, durante la Era de Hielo, lo que según el arqueólogo Brumm, de la universidad australiana de Griffth, añade que no solo fueron fuente de alimentos sino también de expresiones artísticas. Además agregó que el animal parece estar observando una interacción o lucha entre otros dos cerdos.
Los habitantes del grupo étnico Bugis, indicaron que a excepción de ellos, nadie había tenido la osadía de ingresar a la cueva, hasta que llegaron los arqueólogos.