La inscripción tallada en una tabla de roca tiene más de 1.500 años de antigüedad.

Un grupo de arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel, en el pueblo de et-Taiyiba, en el valle de Jezreel, descubrieron una inscripción dedicada a Jesús, el hijo de María. La inscripción griega, grabada en piedra, proviene del marco de una puerta de entrada que data del período bizantino (finales del siglo V).

En la roca estaba grabada la siguiente frase: “Cristo nacido de María. Esta obra del obispo más temeroso de Dios y piadoso [Theodo]sius y el miserable Th[omas] fue construida desde los cimientos . Quien entre debe rezar por ellos”. Según las investigaciones la piedra se halló en una de las paredes de un edificio que data del primer periodo islámico, donde las excavaciones permitieron ver dos lugares que contenían pavimentos de mosaico.

Según la doctora Leag Di-Segni, del instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea de Jerusalén, quien descifró la escritura, es una dedicatoria que fue grabada mientras se edificaba la iglesia en aquella época. Las excavaciones produjeron hallazgos de una diversidad de periodos históricos dejando al descubierto el estatus entre los asentamientos locales.