Director de la institución Tedros Adhanom Ghebreyesus señaló que la pandemia no acabara si hay personas que no desean ser inmunizadas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló una serie de cifras de los contagios globales de COVID-19, donde se incrementaron a un 71%. Así se traduce  a 9.5 millones de casos positivos contados hasta el 2 del presente mes.

En cuanto al número de fallecidos, la OMS son en total de un 41, 000, lo que convierte ese periodo de tiempo en la cuarta semana consecutiva con descenso de muertes por la enfermedad.

A pesar de los resultados, el director de la institución sanitaria, señalo que a pesar que la ómicron es menos severa a comparación de otras variantes como la Delta, especialmente en los vacunados, no puede dejar de ser leve.

“Si bien Ómicron parece ser menos severa en comparación con Delta, especialmente en los vacunados, no significa que deba clasificarse como leve”, señaló el director Adhanom Ghebreyesus.

Además, criticó a los países que buscan aplicar una cuarta dosis contra el virus, pidiéndose así “acabar con la desigualdad sanitaria del año pasado”.

«A la velocidad actual, 109 países en el mundo no podrán cumplir la meta de tener al 70 por ciento de su población vacunada para mediados de 2022. La esencia de la disparidad es que algunos países están procediendo a una cuarta vacunación, mientras que otros ni siquiera han podido vacunar a sus trabajadores sanitarios”, expresó.

Una desigualdad que mata

En tal sentido, el máximo representante del organismo sanitario indicó que, mientras otros países avanzaron con su proceso de vacunación, “otros no cuentan con elementos indispensables como los países ricos”.

“La desigualdad vacunal mata y destruye empleos, y socava la recuperación económica”, sentenció, que ha recordado que, mientras no se consiga la equidad, seguirán apareciendo nuevas variantes en países con bajas tasas de vacunación.