Recordemos que los virus no son seres vivos, pues no nacen, no crecen ni mueren. Los virus son moléculas que tienen una sola razón de existencia, su reproducción.

En ese sentido, cuando más oportunidad tienen para replicarse en una comunidad más posibilidad existe que ocurran mutaciones y se originen variantes.

En la actualidad, los expertos hablan de 380 mil variantes del SARS-CoV-2   identificadas, de las cuáles las más reconocidas son las de Reino Unido, Sudáfrica y Brasil. Se caracterizan, según los primeros estudios, por una mayor facilidad para transmitirse con respecto a la de Wuhan (China).

La variante británica se identificó por primera vez en el condado británico de Kent, el pasado 20 de septiembre. El 22 de enero, el primer ministro británico, Boris Johnson, cifró la variante entre un 30 % y un 70 % más contagiosa.

Sudáfrica anunció el 18 de diciembre de 2020 la detección de una nueva variante. Por otro lado, a principios de enero de 2021, Japón identificó también una nueva variante del SARS-CoV-2 en cuatro personas procedentes de la Amazonía brasileña.

Se ha descubierto que estas nuevas variantes podrían propagarse un 50% más rápido y que los anticuerpos naturales podrían ser menos efectivos. Sin embargo, para poder luchar contra las nuevas variantes siempre se podrán seguir actualizando las vacunas.

Mientras no se esperan cambios significativos en la efectividad de las vacunas de Pfizer y Moderna, AstraZeneca ya anunció que está trabajando en una vacuna más efectiva contra la variante sudafricana.

En el Perú, el Ministerio de Salud ha confirmado que a fecha de hoy ya conviven en nuestro territorio 2 variantes: la británica y la brasileña. No olvidemos que la mejor protección sigue siendo el uso adecuado de la mascarilla, el lavado de manos constante y la conservación del distanciamiento social.

Recuerda evitar las 4C: espacios Cerrados, encuentros Cercanos, lugares Concurridos y exposición Continua.