El mandatario ucranio jura venganza contra las fuerzas rusas que bombardearon en la ciudad de Irpín y dejaron una familia muerta.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, ha declarado que castigará a las fuerzas rusas que cometieron atrocidades durante el conflicto armado entre ambos países. Recientemente unos soldados rusos bombardearon la ciudad de Irpín, dejando a una familia fallecida.
«Simplemente estaban tratando de salir de la ciudad. Para escapar. Toda la familia. Cuántas de estas familias murieron en Ucrania. No perdonaremos. No olvidaremos. Castigaremos a todos los que cometieron atrocidades en esta guerra», mencionó a través de un video.
“No habrá ningún lugar tranquilo en esta tierra. Excepto por la tumba”, añadió.
Buscaban la libertad
Cientos de ciudadanos se reunieron cerca del puente Irpín, con el claro objetivo de salir de la ciudad, con solo docenas de soldados ucranianos, la mayoría ayudándolos con su equipaje, según el New York Times, cuyo equipo estaba.
Dicho medio indicó que los rusos comenzaron a disparar a una corta distancia del puente antes de acercarse a la calle donde los civiles quedaron atrapados al aire libre. Como resultado, ocho personas fallecidas que conformaban una familia.
Un acto insolente
El alcalde de Irbin afirmó haber visto a cuatro muertos “frente a sus ojos” cuando era alcanzados por un proyectil. “Es una insolencia, son monstruos. Irpín está en guerra e Irpín no se ha rendido”, mencionó el alcalde Oleksandr Markushin a través de Telegram.
“Es asesinato, asesinato premeditado”, dijo Volodymyr Zelenski donde a la vez aseguró que habrá más bombardeos el día de hoy.
Hace unos días Rusia y Ucrania acordaron un cese al fuego de manera momentánea, debido al traslado de civiles en corredores humanitarios en los próximos días. Parecía un indicador de esperanza y la vez una señal de paz.
Sin embargo, el presidente ruso Vladimir Putin señaló que la invasión militar de su país acabaría cuando Zelenski acepte todos los puntos que se tratarán en las mesas de diálogos que sostendrán durante esta semana en la ciudad de Brest, cercano a la frontera con Polonia.