Con el lema “Más que una nadada, una lucha”, más de 500 deportistas de mar abierto, entre los que hay 12 con discapacidad visual, se unen con el Club Nadar es vida, Fundación Calma y la Agencia Vision Imagen en el marco del 25 de noviembre.
Por Walter Velásquez Mendoza
En el mes que se conmemora el Día de la eliminación de la violencia contra las mujeres, fecha establecida por las Naciones Unidas, y que tiene como día central al 25 de noviembre, organizaciones sociales y empresas como el Club Nadar es vida, Fundación Calma y la Agencia Vision Imagen hacen posible la III Copa “Nadar es vida”, competencia que agrupa a más de 500 nadadores , entre los que hay 12 con discapacidad visual.
Nadadores de distintas partes del Perú se unen por una buena causa
La III copa Nadar es vida se desarrollará en dos fechas consecutivas: el sábado 30 de noviembre y el domingo 1 de diciembre, en la playa Agua Dulce, distrito de Chorrillos, en Lima. Es así como nadadores provenientes de distintas partes del Perú, se unen en este evento bajo el lema “Más que una nadada, una lucha” y con el Hashtag “Nadamos por ellas”. En un contexto en el 2023, el 53.8% de las mujeres en el país declararon haber sido víctimas de violencia psicológica, física o sexual, estas iniciativas merecen ser visibilizadas.
En esta competencia a favor de la eliminación de las violencias contra las mujeres, José Manuel Ferreyra, representa a uno de los nadadores con discapacidad visual que participarán y ha competido en distancias mayores a 5 kilómetros. Además, las personas que asistan disfrutarán del lanzamiento del primer número de la revista de Aguas Abiertas, un proyecto que difunde la cultura deportiva con el equipo de nadadores.
“De la mano con la organización Club Nadar es vida y nuestra alianza con Fundación Calma, desde nuestra agencia de marketing Vision Imagen buscamos generar un impacto social con un propósito mayor mediante el deporte con el objetivo de mitigar la violencia contra la mujer. Estamos ante una realidad bastante sensible donde en lo que va del año van alrededor de 67 mil atenciones en los Centro de Emergencia a la Mujer”, sostuvo José Luis Becerra, Director y Fundador de Vision Imagen.
Un problema global que necesita detenerse
La violencia contra la mujer es un fenómeno global que tiene como origen el hogar y afecta a millones de mujeres en diversas culturas y contextos. Se manifiesta de múltiples formas, incluyendo la violencia física, psicológica, sexual y económica. Este problema no solo tiene consecuencias devastadoras para las víctimas, sino que también perpetúa la desigualdad de género impidiendo que las mujeres se desarrollen como seres humanos libres de violencias.
“Nos enorgullece contar con la Fundación Calma Perú como nuevo aliado, una organización dedicada a transformar realidades y promover la paz a través de proyectos de impacto social. Nadar es Vida siempre busca conectar con causas que generan cambio, y sumar aliados como la Fundación Calma es un paso más hacia un propósito mayor”, Wilder Ocampo, CEO Club Nadar es vida.
El Club Nadar es vida fomenta el deporte como medio de cambio social y empoderamiento y ya ha realizado eventos previos con preparación física y mental para la natación, actividades que promueven la paz y el fortalecimiento personal, a lo que conlleva este deporte como con la II Copa Nadar es Vida 2023 (11 de noviembre de 2023), el Aqua Glow Fest 2024 (27 de enero de 2024), y la III Edición del Cruce de la Laguna Azul en San Martín (18 de mayo de 2024).
“Calma, desde hace 14 años viene siendo pionero en el Perú en su lucha contra los feminicidios y el maltrato hacia la mujer, de esta manera pensamos que este torneo hará un eco de todas las más de 400 mujeres que nadarán con un solo propósito, el dar voz a esas mujeres que lo necesitan”, comentó Daniel Amaya, gerente general Fundación Calma.
Estos espacios seguros, de difusión de valores y transformación ciudadana han permitido reunir a mujeres y comunidades para dialogar, reflexionar y actuar en favor de la igualdad de género. Históricamente, la violencia de género ha sido normalizada y silenciada, pero en las últimas décadas ha habido un creciente reconocimiento de la necesidad de abordar este problema. Movimientos sociales, leyes y políticas públicas han surgido para proteger los derechos de las mujeres y prevenir la violencia como con el deporte.