Por Lucero Jazmín
La icónica película El Mago de Oz , protagonizada por Judy Garland, ha dejado una profunda huella en la cultura popular, con elementos reconocibles como el camino de baldosas amarillas o personajes como los espantapájaros y el león cobarde. Wicked , sin embargo, reimagina este universo desde una perspectiva distinta, centrándose en los orígenes de la Bruja Mala del Oeste.
En esta adaptación, dirigida por John M. Chu ( Locamente millonarios ), conocemos a Elphaba Thropp (Cynthia Erivo), una joven soñadora cuya piel verde la convierte en blanco de rechazo.
¿De qué va Wicked?
Su historia se entrelaza con la de Galinda (Ariana Grande), quien más tarde se convierte en Glinda, la Bruja Buena del Norte. Juntas, descubren las complejidades del Maravilloso Mago de Oz (Jeff Goldblum) y los secretos detrás de su reino.
Basada en la novela política y oscura de Gregory Maguire, inspirada a su vez en la cinta de 1939, Wicked pasó de ser un relato profundo a un exitoso musical de Broadway. Ahora, su versión cinematográfica combina elementos visuales espectaculares con una reflexión sobre temas como la propaganda, la persecución de minorías y la manipulación política, elementos que resultan con alusiones claras a contextos históricos como la persecución de los judíos en la Alemania nazi.
Lo que distingue a esta adaptación es su fidelidad a las raíces fantásticas del musical, con cinematografía, danza y edición que superan los límites para crear un espectáculo visualmente único. Además, se añaden elementos de la novela original que enriquecen la narrativa, profundizando en el contexto político y social del mundo de Oz.
Wicked no es solo entretenimiento, sino una experiencia emotiva y reflexiva que promete cautivar a las audiencias estas fiestas. Una obra hecha con amor y atención al detalle que invita al espectador a redescubrir Oz desde una perspectiva fresca.